La Estrella

EL río avanza, mansamente, abriendo la noche. Las estrellas, desnudas,
tiemblan en el agua. El río traza una línea de rumor en el silencio.
He abandonado mi barca al capricho de las aguas. Tendido cara al cielo
pienso en ti que duermes, extraviada entre los sueños.
Talvez ahora me sueñes, amor mío de nocturnos, húmedos ojos estrellados.
Pronto mi barca ha de pasar frente a tu casa, amor mío, extendida en tu sueño
como un río. Talvez por mí palpite tu dormida boca entreabierta.
Llega una ráfaga de fruta y de jazmín. Este viento ha pasado por tu casa y en él
toco tu sueño y aspiro tu aroma y beso tu boca, amor mío que talvez ahora
andas conmigo, en un jardín, por tu sueño. Detrás de tu oreja, entre los cabellos,
húmedos del baño todavía, arde un jazmín, en tu sueño.
Dame la mano y mírame a los ojos, en tu sueño, amor mío, y suavemente,
arrástrame al círculo mágico en que ahora, dormida, sonríes.
Ya veo, entre la sombra de la orilla, una lucecita que me mira con amoroso parpadeo.
Es tu casa: para mí la más dulce, la más cercana y lejana de las estrellas, amor mío.

Te amo, sí ¡Perdóname mi amor!...


Te amo, sí ¡Perdóname mi amor!
Pajarito que yerras tu camino, como tú, estoy cazado.
Cuando mi corazón se estremeció de dicha,
perdió su velo y se quedó desnudo.
Cúbrelo tú de piedad, ¡y perdóname mi amor!

Si no puedes amarme, ¡perdóname mi pena!
¡Pero no me mires así, desde tan lejos!
Me arrastraré callado a mi rincón
y me sentaré en la sombra, tapando con mis dos manos
la vergüenza desnuda. No me mires , no me mires,
¡y perdóname mi pena!

Si me amas, ¡perdóname mi alegría!
No te rías de mi descuido porque ves que mi corazón
se me va en este mar de ventura.
Cuando me siente yo en mi trono,
y reine sobre ti, tirana de mi amor;
cuando, como un dios, yo te conceda mis favores,
sé tú indulgente con mi orgullo,
¡y perdóname mi alegría!

Para que yo no te conozca tan pronto, juegas conmigo...

Para que yo no te conozca tan pronto, juegas conmigo.
Me ciegas con tus repentinas risas para que no te vea tus lágrimas...
Conozco, conozco tu arte. ¡Nunca dices lo que quieres decir!

Por miedo a que yo no te tenga en lo que vales,
me evitas de mil modos. Te apartas de la multitud
para que yo no te confunda con ella... Conozco, conozco tu arte.
¡Nunca vas por donde quisieras ir!

Como puedes más que nadie sobre mí, te callas. Me dejas
mis regalos con descuido juguetón... Conozco, conozco tu arte.
¡Nunca aceptas lo que quisieras aceptar!

 

Design in CSS by TemplateWorld and sponsored by SmashingMagazine
Blogger Template created by Deluxe Templates